Alargado:
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Se caracterizan por ser rostros más largos que anchos. Si eres una novia con la cara alargada te quedarán bien los recogidos bajos o de lado. Sin embargo los recogidos altos no te favorecerán en absoluto. La melena suelta también favorece. Puedes optar por el flequillo, ya que reduce el efecto visual de «cara alargada». Al igual que aconsejamos a las novias con cara redonda, los mechones sueltos en los laterales te ayudarán a suavizar el rostro.
Redondo:
Este tipo de rostro se caracteriza por unas mejillas carnosas y formas sinuosas. Si eres una novia con la cara redonda te aconsejo escoger peinados con volumen en la parte superior de la cabeza. Así mismo, llevar uno o dos mechones sueltos en la parte delantera servirá para estilizar tu rostro.
Triangulo invertido o corazón:
En este caso el rostro tiene la frente amplia, ancha de mejillas, barbilla estrecha y en algunos casos, con un pico al centro de la línea del nacimiento del cabello (como si tuvieras entradas). Debemos evitar dar volumen en la parte superior. El flequillo de lado es el mejor aliado para disimular la frente. Huye del cabello corto pues no es lo que más te va a favorecer. Apuesta por una melena que llegue a la barbilla o a la altura de los hombros.
Diamante:
La frente y la barbilla son estrechas y los pómulos marcados, más anchos. En este caso lo ideal es equilibrar los ángulos de la cara.
Recomendaciones: Evita los estilos lisos, opta por el cabello ondulado en una altura mediana o larga. No le des volumen en la zona central, pues tus mejillas se verán más anchas de lo que son. Deja el volumen en la parte de arriba de tu cabeza y en la de abajo.
Es importante que además de que el peinado favorezca la forma de tu rostro, sea adecuado al estilo de tu vestido de novia y al lugar donde se celebrará la boda.
Recuerda que menos es más, así que procura no llevar un peinado demasiado recargado, en especial si tu vestido de novia ya de por sí lleva muchos detalles como encaje o pedrería.