Operación «Nutri-bikini»

ensalada y te

      

Y diréis, ¿¿pero ya??, si aún seguimos enfundadas en medias, pantalones, abrigos, botas y bufandas; ¿no es demasiado pronto para pensar en la temida operación verano?”.

Pues no, no lo es, si de verdad, queremos que resulte eficaz y durarera; no se trata de hacer un régimen “para el momento” sino que se convierta en un hábito sano, saludable y duradero.

Para ello, contamos con la Doctora Lucía Gil, experta en nutrición, hábitos saludables y  responsable de la Unidad de Asesoría Medica Personalizada en la Unidad de Ciencias Neurologicas de Madrid.

En esta pequeña entrevista nos va a dar pautas para llevar a cabo con éxito nuestra preparación de cara al buen tiempo:

      Doctora, ¿cuál es el mejor momento para comenzar a cuidarse de cara a poder lucir una buena figura en verano?

–       Pues yo diría que si tienes kilos acumulados debajo del jersey comenzases lo antes posible, desde mañana mismo. No lo dejes para el mes anterior a las vacaciones y pretendas quitarte en unas semanas el peso que has ido acumulando durante meses.

–        ¿Cómo saber qué tipo de dieta es adecuada para cada uno de nosotros? Normalmente nos fiamos de las “dietas milagro” de revistas, artículos o consejos de conocidos…

–       Las llamadas “dietas milagro” funcionan, pero ¡a qué precio! Suelen ser dietas monótonas con déficit de vitaminas, minerales y poco equilibradas. La disminución de peso es a base de perder líquidos, musculatura y en menor medida grasa corporal. La piel y el pelo pierden luminosidad, las uñas se vuelven quebradizas y en algunos casos, incluso, puedes padecer anemia. Las dietas de adelgazamiento deben ser personalizadas ya que lo que le va bien a una persona puede ser perjudicial para otra. Cada persona engorda por una causa, unos porque abusan del dulce, otros porque no tienen un patrón regular de alimentación, otros porque concentran la mayor parte de calorías en la cena, otros porque no realizan ninguna actividad física… y lo peor es que pensamos que nos alimentamos bien, cuando nuestra dieta habitual es un desastre. Lo ideal es saber por qué hemos engordado y qué estamos haciendo mal y cambiando estos malos hábitos  conseguir, no solamente perder peso, sino ganar salud y energía. Nuestro objetivo no debería ser usar una determinada talla de ropa sino tener salud.

–        Siempre hemos escuchado que es importante ponernos en manos de un médico pero, ¿qué tipo de especialista?

–       Los endocrinólogos son los especialistas médicos dedicados específicamente a la nutrición, de hecho la especialidad que han realizado se denomina “Endocrinología y Nutrición”. Suelen ser los encargados de las personas con obesidad mórbida y diabéticos en tratamiento con insulina. Médicos de otras especialidades con formación en Nutrición son ideales para aquellas personas en las que el control de peso es fundamental para controlar enfermedades crónicas tales como la hipertensión arterial, la diabetes o la hipercolesterolemia. Incluso si no padeces ninguna de estas enfermedades, el consejo médico aporta una visión global de tu salud, no solamente desde el punto de vista nutricional.

–        Además de la nutrición, ¿es necesario introducir otros hábitos en nuestra vida para obtener resultados positivos?

–        Efectivamente, la alimentación es solamente una parte. Existen dos actividades fundamentales que unidas a una buena dieta nos harán controlar el peso y nos darán salud y energía. Una es el ejercicio y otra es el descanso.

–       El ejercicio es fundamental para mantener un metabolismo activo, libera endorfinas que aumenta nuestro ánimo, nos da energía, previene enfermedades metabólicas crónicas y tonifica nuestro cuerpo luchando contra la flacidez que conlleva el paso de los años. No es necesario correr maratones, cada uno debe adaptar el ejercicio a su forma física y su vida. Un primer paso sería caminar más tiempo todos los días o cambiar el uso del ascensor por las escaleras, a partir de ahí ¡todo vale!

–        Respecto al descanso, es el “eterno olvidado”, vivimos en una sociedad que exprime el día para hacer la mayor cantidad de actividades posibles restándole horas al sueño nocturno. Es un gran error, no solamente si no dormimos bien nuestras capacidades intelectuales, nuestro humor y nuestro desempeño profesional se pueden ver alterados sino que la falta de sueño nocturno se ha asociado a una mayor mortalidad e incluso a la aparición de obesidad.

–        Si nunca hemos realizado ejercicio físico, ¿a quién acudir para saber cuál es el adecuado para mí?

–        Lo ideal es consultar con un médico y, junto con él, diseñar un plan paulatino de ejercicio basado en patologías osteoarticulares, enfermedades de base que puedas padecer y también en tus preferencias personales. Por ejemplo, caminar está recomendado para todo el mundo, pero si padeces artrosis de cadera lo mejor sería hacer ejercicios en contra de la gravedad, por ejemplo nadar o ejercicios en el agua como el “aquagym”. Pero si tienes una hernia discal no se recomienda la natación. Si tienes un riesgo cardiovascular alto incluso estaría recomendado que hicieses una prueba de esfuerzo antes de iniciar una actividad física. En resumen, hay que personalizar el consejo.

–        Un recurrente en las dietas es el miedo a pasar hambre y abandonar enseguida. ¿Esto necesariamente ocurre siempre?

–        Con las dietas muy restrictivas en las que se quiere bajar de peso rápidamente se pasa hambre, porque la ingesta es muy baja. Pero en las dietas basadas en cambios de hábitos nutricionales no se pasa hambre. Esto no quita que no tengas que hacer sacrificios, hay que cambiar el donut de la merienda por una manzana, por ejemplo, a controlar estos “caprichos” dietéticos lo podemos llamar hambre, pero en realidad no lo es.

–       Normalmente no nos cuesta bajar de peso pero lo difícil es mantenernos ya que no estamos dispuestos a pasar a dieta “toda nuestra vida” y el efecto rebote suele ser peor. ¿Qué hacemos para que el mantenimiento se convierta en hábito y no suceda lo descrito?

–        No vale solamente con cambiar, has de interiorizar el cambio. Volviendo al ejemplo anterior: una dieta es aquella en la que sustituyes el donut de la merienda por una manzana durante x tiempo. Pierdes los kilos que deseas y es entonces cuando vuelves a merendar un donut diario, porque “ya no estás a dieta”. En unos meses has recuperado tu peso inicial.

–        Se trata de cambiar un hábito y que tu merienda habitual sea una manzana. Y que el donut sea un extra, por ejemplo, durante el fin de semana. Si, además, incluyes una actividad física en tu día a día el mantenimiento de tu peso saludable te permitirá comer con menos restricciones. Merendar una fruta a diario tu lo puedes llamar “estar a dieta toda la vida”, yo lo llamo “tener un hábito nutricional saludable”.

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