Tu imagen personal y tu lenguaje no verbal hablan antes que tus palabras, proyectando tu personalidad. Está demostrado que ante una incoherencia entre lo que dices y lo que muestras, tu interlocutor se quedará con lo que dice tu cuerpo y tu imagen.
No hay segundas oportunidades para causar una buena primera impresión.
Te guste o no, cuando nos enfrentamos a un proceso de selección la persona que te entrevista tendrá muy en cuenta todos los elementos de tu comunicación. Una comunicación no verbal que muestre seguridad, honestidad y confianza puede ser determinante a la hora de decidirse por un candidato u otro. Tu apariencia externa, gestos, posturas y actitud son los primeros elementos de tu comunicación y hablarán de lo que eres y de lo que sientes.
Esta semana analizamos algunas claves para que tu lenguaje no verbal sume puntos en una entrevista de trabajo.
- Llega con tiempo a la entrevista y muestra interés, optimismo y entusiasmo. Tiende la mano con firmeza, pero sin apretar demasiado. Mantén el contacto visual, repartiendo la atención entre todas las personas que participen en la entrevista, sin invadir su espacio personal. Sonríe de forma natural y mantén tu rostro relajado. Las mandíbulas y el ceño son las zonas del rostro donde se muestra más la tensión.
- No te sientes al borde del asiento, ni excesivamente relajado. No apoyes las manos ni los codos sobre la mesa. Tu postura debe ser erguida pero relajada. No cruces los brazos ni las piernas porque transmitirás una actitud defensiva y cerrada. Tampoco juegues con el bolígrafo o tu pelo porque son signos de nerviosismo e incomodidad; frotarse las manos, rascarse o tamborilear los dedos también reflejan impaciencia e incomodidad.
- Los gestos deben ser naturales, abiertos y sinuosos o redondeados. Mostrar las manos y mantener las palmas abiertas muestra sinceridad. Al inclinar la cabeza transmitirás interés. Escucha de forma activa y participa con un tono de voz firme y sereno. Cuidado con gestos que muestren un exceso de confianza o prepotencia.
- Viste como si ya ocuparas el puesto al que aspiras. Infórmate de los códigos de imagen del sector. Puedes incluir algún detalle o complemento que muestre tu personalidad, pero la ropa no debe destacar más que la persona. Como norma general presta especial atención a tu higiene, tu corte de pelo y afeitado, manos y uñas. El maquillaje y perfume deben ser discretos. Lleva pocas joyas. No utilices ropa muy ceñida ni colores excesivamente llamativos, aunque sí puedes añadir algún toque de color a tu look, siempre que te favorezca. La chaqueta te dará un aire profesional y por sus líneas estructuradas, seguridad. Combínala según tu sector profesional.
- Relájate y sé tú mismo, pero prepara con cuidado la entrevista. La improvisación no suele ser una buena opción.
¡Mucha suerte!